San Millán de la Cogolla

Datos Curiosos. Reseñas históricas

San Millán de la Cogolla cuenta con cerca de 300 habitantes.
El nombre de San Millán deriva de Aemilianus o Emiliano; es el nombre del santo, santo que vivió y murió allí tras una larga vida (más de 100 años). Su labor, fama de santidad, atribución de milagros y presencia de los restos son las razones principales por las que la gente se asentó allí. En un principio se trataba de una comunidad pequeña de hermanos y hermanas, que vivían en cuevas donde ahora se encuentra el Monasterio de Suso (arriba) y que finalmente formarían el gran Monasterio de San Millán.

San Millán no es uno de los pueblos por los que pase el camino “oficial” de Santiago. Sin embargo podremos encontrarnos a muchos peregrinos que desvían la ruta para pasar por allí. No en vano se trata de uno de los enclaves culturales más importantes durante la época medieval gracias a la actividad del Monasterio de Yuso (abajo). Sus grandes dimensiones le han hecho merecedor del calificativo “El Escorial de La Rioja”.

El apellido “de la Cogolla” viene del perfil que tiene la colina bajo la que descansa la villa, similar al de un monje con cuculla (capa que usaban los religiosos cubriendo cabeza y cuerpo).

Los Monasterios de Yuso y Suso fueron reconocidos en 1997 como Patrimonio de la Humanidad.
El Monasterio de Yuso es considerado la Cuna del Castellano. En su escritorio se escribieron las Glosas Emilianenses, textos –notas aclaratorias al margen- considerados los primeros que dan fe del origen del castellano y del vascuence (o euskera). No se trata de palabras sueltas si no de estructuras gramaticales escritas en romance. En el mismo monasterio Gonzalo de Berceo escribió y firmó sus versos. Se trata del primer poeta español conocido. Una demostración de que La Rioja, desde muy temprana fecha, se convirtió en un lugar de integración.

Entre sus obras de arte destaca el claustro, su propia “Capilla Sixtina” -realmente espectacular- y los relicarios de San Millán y San Felices, auténticos “tebeos” de la época que servía para explicar a las gentes la vida y milagro de los santos. Cuentan con marfiles románicos de incalculable valor. Éstos se salvaros del saqueo de los franceses al no considerar que se trataran de piedras preciosas.

La importancia de su escritorio y su biblioteca le hacen el lugar más idóneo para convertirse en la sede del Centro Internacional de Investigación de la Lengua Castellana. La ocupación de los franceses y la desamortización de Mendizábal derivaron en el robo y destrozo de su biblioteca, recuperada poco a poco por la comunidad monástica que ahora lo habita.

Actualmente el monasterio de Yuso está habitado por frailes agustinos recoletos si bien –con anterioridad - en el monasterio de San Millán (Suso y Yuso conjuntamente) se han dado distintos tipos de vida monástica: eremita, cenobio, visigodo dúplice, mozárabe y benedictino.
En el Monasterio de San Millán de Yuso se firmó el Estatuto de Autoría de La Rioja, conocido también como Estatuto de San Millán.

El Monasterio de Suso conserva gran parte de su estilo mozárabe, el sepulcro de San Millán, los sarcófagos de los Siete Infantes de Lara y el osario. Fue incendiado por Almanzor en el año 1002 razón por la cual no se conserva la decoración pictórica y estucos mozárabes.

El símbolo de San Millán es La Cruz de San Millán. Se trata de una cruz visigoda que aparece en el cenotafio del santo y que representa el camino que hay que recorrer en la vida para llegar a la vida eterna.

Desde la Fundación de San Millán de la Cogolla se trata de proteger y cuidar el medio natural considerado Patrimonio de la Humanidad; investigar, documentar y difundir los orígenes y la utilización del castellano; y fomentar el desarrollo social cultural y turístico de la zona.

La ermita de San Jorge (S. XII), a la entrada del pueblo, es considerada una de las iglesias consagradas más antiguas de la Rioja. En ella se encontraba la sepultura de Santa Potamia, discípula de San Millán, que dejó su vida aristocrática para llevar como un ermitaño siguiendo los pasos y la labor del santo.

Personajes Ilustres

San Millán como localidad no existía antes de San Millán, el santo. Por lo tanto, obviar a San Millán en este apartado no estaría bien. Casi todos los autores coinciden en que Millán nació en la cercana población de Berceo. Muy joven, por una llamada divina se trasladó a los riscos de Bilibio, en Haro, donde vivión 44 años como eremita, siendo discípulo de San Felices. Llamado por el Obispo de Tarazona asume la parroquia de Santa Eulalia en Berceo. Decidió o debió de dejar la labor de párroco dado que su hábito de repartir con los pobres el dinero y posesiones de la iglesia no era bien visto por sus hermanos sacerdotes. Este es un ejemplo de la personalidad de San Millán y el motivo de que se retirara al emplazamiento de Suso para retomar su vida de eremita hasta morir.
Personaje nacido en el pueblo fue Juan de San Millán, quien con Carlos I sería Obispo de Tuy y con Felipe II obispo de León; tuvo mucha relevancia en las discusiones del Concilio de Trento y un papel determinante para que San Millán consiguiera su independencia.

Coetáneo de Juan de San Millán fue Antonio Segura, pintor en las cortes de Felipe II y Carlos V, quien dejó detalles en El Escorial. Probablemente fue herido por Cervantes en una disputa.

María de la O Lejárraga escritora, fue pionera en el ámbito del feminismo durante el siglo XX. Se vio obligada a publicar sus primeras obras bajo el nombre de su marido; posteriormente, exiliados tras la guerra civil, el matrimonio admitió la autoría de las obras.


Tradiciones más destacadas.

El Domingo de Resurrección se celebra una romería a pie y a través de los montes hasta el Monasterio de Valvanera.

El tercer sábado de junio los hombres de la localidad –en romería- se acercan a la cueva del Santo manteniendo una tradición que data del año 1604. Por aquel entonces las mujeres de la zona sufrían una enfermedad de la que se desconocía su cura por lo que los hombres decidieron pedir a San Millán que intercediera por ellas.

El 26 de septiembre y el 12 de noviembre se celebran las fiestas relacionadas con el santo. En la primera de ellas la traslación y en la segunda la festividad. Éstas se complementan con la celebración, el 17 de noviembre, de Santa Gertrudis, patrona del pueblo (al igual que San Millán).

Leyendas

Son muchas las leyendas que rodean la vida de San Millán. Casi todas tienen que ver con los milagros. Por la aparición del santo en la batalla de Simancas, en el año 923, es nombrado patrón de Castilla. Y por la atribución de otro milagro se cuenta que el rey Sancho III ordenó la construcción del Monasterio de Yuso.
Según otra leyenda, el Monasterio de Yuso sería mandado construir por el Rey García tras considerar milagro el hecho de que los bueyes que trasladaban los restos de San Millán hacia el Monasterio de Sta. María la Real de Nájera se negaran a avanzar más, una vez llegados al río.
La leyenda de los Siete infantes de Lara (cuyos sarcófagos se encuentran en Suso) se basa en uno de los cantares de gesta más importantes de la lengua castellana. El romance gira en torno a una disputa familiar alrededor de un enlace matrimonial. Esta acabaría con la decapitación de los Infantes –sus cabezas se encontraron en un arca en Salas- y el arresto del padre por parte de Almanzor. Éste, apiadado por el sufrimiento del padre le cedería una hermana con quien tuvo un hijo bastardo. Este hijo vengaría la traición que sufrió su padre –y el padre de los infantes- hasta la muerte.

En los equinoccios de verano e invierno, alrededor de las seis de la tarde, la luz solar entra en la iglesia del Monasterio de Yuso, pasando por un círculo que decora el trascoro, dibujando un círculo en el centro geométrico de la iglesia, perfectamente orientado al este. Para muchos, este hecho tiene que ver con el misterio. Para otros, además de tener una explicación matemática, es un signo de distinción.

Mi consejo

Tal como se refleja en el artículo San Millán de la Cogolla está íntimamente ligada a la vida del santo y la actividad de los Monasterios. He tenido la oportunidad de conversar y conocer perfectamente no sólo las instalaciones, si no la labor que llevan allí a cabo los frailes agustinos recoletos. Es realmente fascinante.

Por ello no me queda otra que recomendar la visita al Monasterio de Yuso. Son muchas las obras de arte que admirar, las historias y leyendas que escuchar, el paisaje que disfrutar, etc.

Información recopilada por José Manuel Calleja. Más información:
info@paseosdivinos.com ; www.paseosdivinos.com

Ezcaray

Reseñas históricas

El nombre de la villa proviene del vascuence “Aitz-Garai” que viene a significar “Peña Alta”, haciendo referencia a la peña de San Torcuato cercana a la Ermita de Ntra. Señora de Allende.
En la zona se han encontrado diversos restos de habitantes que vivieron allí desde el paleolítico (básicamente herramientas de trabajo y caza).

Como en otras regiones también se sabe que allí habitaron los pueblos prerromanos; berones y autrigones. Estos últimos según Merino Urrutia serían los “culpables” de los nombres vascuences que existen en la zona; sin embargo, indagar en la historia del pueblo autrigón y otros como el de los caristios, várdulos –estos tres primeros principalmente- y vascones, aquitanos e illerguetes, es un laberinto con muchas incógnitas. Para muchos se tratan de la “base” del pueblo vasco; su origen podría ser celta y su situación geográfica variaría con el tiempo.

Referente a la importancia del idioma vasco, es curioso el hecho de que a los habitantes de Ojacastro se les permitiera declarar en los juicios en este idioma durante el S. XVI.

La riqueza natural de los parajes hizo que el rey navarro Sancho Garcés I, repoblara la zona -para su explotación agrícola y ganadera- una vez expulsados los musulmanes en el S. X. En un documento de donación de la comunidad de pastos es donde aparece la primera referencia histórica de Ezcaray; corría el año 974.

En 1.312 Fernando IV otorga el fuero a la zona; entre los privilegios que otorgaba este fuero había uno muy curioso. Ezcaray podía acoger malhechores si con ello conseguía repoblar la zona. Nadie, salvo el Fuero podría juzgar a estos malhechores. Este aspecto del fuero fue anulado por los Reyes Católicos; estos reyes se referirían a la zona como “Valdezcaray”.

Los fueros serían abolidos tras la primera guerra carlista en el S. XIX. Como símbolo queda “La Argolla del Fuero” que se conserva en la Plaza de la Verdura. Alrededor de la argolla se cimentó la leyenda de que aquellos malhechores que conseguían agarrarse a la argolla del fuero quedaban libres de toda culpa.

Uno de los edificios más significativos de Ezcaray es la Real Fábrica de Santa Bárbara, importante fábrica textil en el siglo XVIII que se convertiría bajo el mandato de Carlos III en Compañía Real de San Carlos y Santa Bárbara. Para su puesta en marcha fue decisivo el apoyo del Ministro riojano Marqués de la Ensenada; fueron operarios europeos con máquinas belgas quienes enseñaran a los habitantes de Ezcaray su explotación.

La importancia textil de Ezcaray, que en el siglo XIX contaba con 29 fábricas, la convirtió en objeto de deseo de ambos bandos en la guerra civil. Este hecho provocó muchos ataques y saqueos que determinaron el cierre de casi todas las fábricas.

Otro de los edificios emblemáticos de Ezcaray es la estación del tren. Existió una línea de ferrocarril que unía Haro con la villa debido a la necesidad de transporte de la pujante industria minera –ferrerías- durante el S. XVIII. Ahora en desuso, la antigua vía se convierte en “Vía Verde”, ideal para la práctica de senderismo y bicicleta en sus 23 km. de recorrido.

Un paseo por el casco urbano de Ezcaray nos muestra una arquitectura común en sus casas en las que destacan los soportales. Éstos permitían “salir a la calle” pese al mal tiempo que imperaba (e impera) en invierno.

Son numerosos los puentes que cruzan el río Oja a su paso por Ezcaray. Uno de ellos está incompleto debido a una riada que tuvo lugar en 1.881. Se trata del puente de la India (antiguamente de la Alandía) que fue construido en el S. XVI y reconstruido en el XVIII.

Hoy Ezcaray es la primera villa turística de La Rioja. Y es que gracias a la riqueza natural –estación de esquí de Valdezcaray incluida- y su cuidado casco histórico, tiene atractivo durante todo el año: esquí, senderismo, caza, pesca, micología, artesanía, … hacen que la población se multiplique hasta por ocho en época estival.

Personajes Ilustres

Antonio Armando garcía Barrios más conocido como Armando Buscarini (1904-1940) tuvo una vida corta pero singular. Nunca conoció a su padre de quien supuestamente cogió su apellido (Buscarini) como pseudónimo para la firma de sus obras literarias. Son tantas las obras que escribió y la repercusión que estas tuvieron tras su muerte que mencionarlas aquí sería difícil. Pasó dificultades para vender su obra en vida y murió en un psiquiátrico, demente y enfermo de sífilis. Importantes escritores de su época le citan en sus memorias, Juan Manuel de Prada ha reconstruido su vida, y el Instituto de Estudios Riojanos patrocina desde 2006 el estudio sobre su vida y obra. Una editorial lleva el nombre de Buscarini en su honor. Ha sido reconocido en Ezcaray con una calle que lleva su nombre.

Santiago Lope fue un músico de reconocido prestigio que vivió entre 1871 y 1906. Con tan sólo 20 años no sólo era un reconocido músico y compositor, si no un importante director de orquesta, labor que desarrolló al frente de importantísimas compañías. Entre sus obras destacan 15 zarzuelas, “La Jota de la Alegría de la Huerta” y el pasodoble militar “Gerona”.

Personaje actual y riojano de “pro” es Francis Paniego, cocinero formado en los mejores restaurantes del país. “De casta le viene al galgo” ya que su madre, Marisa Sánchez, recibió el Premio Nacional de Gastronomía en 1987. Francis Paniego ha visto reconocida su labor con numerosos premios regionales y nacionales.

Otros personajes ilustres son Francisco Antonio Barbadillo Vitoria que fundó la Ciudad de Guadalupe en México y Andrés de la Calleja quien fuera pintor de Cámara de los reyes Fernando VI y Felipe V.

Tradiciones más destacadas


Desde 1996 se realiza en mayo un festival de Jazz de gran relevancia. Esta no es la única actividad cultural que se lleva a cabo en el pueblo: jornadas para enseñar a buscar setas, concursos de pintura y fotografía y otras actividades salpican el calendario de esta villa, rica en eventos.
Alrededor del 21 de Marzo se celebran “Las Habas de San Benito” en recuerdo a la tradición medieval que los monjes de la ermita de Santa María de Ubaga tenían en esa fecha; consistía en repartir habas entre los más pobres.

El Domingo de Resurrección se festejan “Las Aleluyas”, una lucha “encarnizada” entre los más jóvenes del pueblo por hacerse “al vuelo” con los billetes y caramelos que las autoridades lanzan desde el balcón de la Iglesia.

El lunes de Pentecostés tienen lugar las fiestas más tradicionales de Ezcaray: Santa Bárbara. Tras la típica romería y comida “familiar” el pueblo baja a la “Plaza del Quiosco” para dar vueltas alrededor suyo al son de la canción “Ay mamá, cuánto me quiere mi novio”.

Sin embargo, las fiestas más populares tienen lugar alrededor del 10 de agosto, San Lorenzo, patrón del pueblo y nombre del monte más alto de La Rioja y que tanta influencia tiene sobre la villa. Un completo programa de fiestas hará disfrutar a pequeños y mayores.

Otras fechas señaladas son el 24 de junio, San Juan, y 24 de septiembre, Ntra. Sñra. de Allende, patrona de Ezcaray.

Establecimiento recomendado

El Palacio de Azcarate se convierte en un lugar ideal para el descanso al visitar la villa de Ezcaray. Se trata de un hotel “divino” de La Rioja que cuenta con unas instalaciones de primer nivel y una atención personalizada y familiar.

Un hotel con encanto, ubicado en un antiguo palacio que perteneció a la familia Azcárate; familia de gran tradición militar, terrateniente y que poseía otros palacetes en el norte de España.

El edificio ha sido recientemente restaurado -respetando el diseño arquitectónico- para poder ofrecer excelente calidad, buen gusto y elegancia.

Habitaciones confortables, jardines relajantes y salones para eventos son algunas de las razones para alojarse en este palacio.

Mi consejo

Ezcaray es rica en recursos naturales y eventos culturales. Por lo tanto es muy difícil decidirse por un lugar y una fecha concreta en la que visitar la villa. A quien le guste el frío –como a mí- encontrará en invierno un bello lugar donde disfrutar de paz, nieve y montaña. A quien le guste el calor –pero sin pasarse- encontrará en verano piscinas, eventos, paseos y un sinfín de recursos naturales que disfrutar. Y durante todo el año una oferta gastronómica sin par.

¿Elegir un día? El espectáculo de los más jóvenes “luchando” por el dinero es digno de ver.

Información recopilada por José Manuel Calleja. Más información:
info@paseosdivinos.com ; www.paseosdivinos.com

Ezcaray - San Millán por el GR93

ENTORNO
La ruta de hoy nos va a llevar por un paisaje de montaña entre pinos, hayedos, avellanos, fresnos y otra flora. Espacios habitados por grandes mamíferos como el ciervo, corzo, jabalí y lobo; y pequeños mamíferos como nutrias, murciélagos, ardillas, zorros, tejones, ginetas o gatos monteses.

En el aire numerosas aves dibujaran su silueta en el cielo. Muchas de ellas son especies protegidas: águilas, perdices pardillas, halcones o búhos.

No es de extrañas, por tanto que la zona sea una zona de especial protección para las aves (ZEPA) y un lugar de interés comunitario. Se encuentra agrupada bajo el nombre de las Sierras de de Demanda, Urbión, Cebollera y Cameros; ó Parque natural de la Demanda.

EZCARAY


Podemos considerar a Ezcaray como un espacio de montaña. La villa está recogida a las faldas del monte San Lorenzo. Su atractivo turístico es apreciable en cualquier estación del año. Se trata de la 1º Villa turística de La Rioja.

Atrás hemos dejado el paisaje de la viña, para adentrarnos en un espacio de praderas (ideales para el ganado) y bosques (ideales para la industria maderera).

La antigua estación de ferrocarril nos servirá de punto de partida de nuestra ruta. Se trata del punto de inicio o final de la vía verde que recorre distintos pueblos de la zona, por el antiguo recorrido del tren.

Un poco más adelante, giraremos a mano derecha siguiendo las indicaciones del cartel que nos introduce en el GR93, y que mediante señales en rocas y árboles, nos guiará hasta nuestro destino final.

TURZA

Seguimos el camino, por la vera del río, ascendiendo poco a poco. El paisaje va ganando en vistosidad e intercala pasos entre árboles con vistas a la ladera que vamos ascendiendo.

En aproximadamente una hora llegamos a Turza, una aldea de Ezcaray. Se trata de un pueblo “a la antigua” donde la gente te recibe con las puertas abiertas y el porrón listo para la reposición de las fuerzas gastadas. Amablemente desechamos esta posibilidad –ya llegará el almuerzo- y nos refrescamos (nunca mejor dicho) en la fuente que guarda una calle que sale del camino hacia la derecha.

Algunas de las casa de Turza se encuentran en mal estado; pero otras, de reciente reforma, tienen un aspecto inmejorable: tradicional y acogedor.

Abandonamos el pueblo siguiendo la pista principal y tomamos el camino que nos llevará hacia El Collado de Larrizabala al que llegaremos en unos 25 min. Es un camino estrecho, entre prados, con pendientes en algunos casos empinadas.

COLLADO DE LARRIZABALA
Accedemos al collado por una portilla no sin antes echar la vista atrás para ver una excelente panorámica de Turza. El esfuerzo ha merecido la pena. El ganado reposa allí y nos ofrece una estampa bonita de admirar.

Cambiamos la vista y al frente observamos el río Espardaña y el pueblo de Pazuengos, nuestro siguiente destino. Para llegar allí deberemos girar a la derecha (una vez pasada la portilla) y seguir la alambrada unos 500 m. Abandonamos la alambrada y continuamos hasta llegar a una pequeña subida que precede a la bajada entre prados, en la misma dirección que el río.

El párrafo anterior es de vital importancia. A nosotros, la presencia del ganado no nos dejó ver las marcas y seguimos un camino equivocado; conclusión: una hora y media más de camino, entre bosques y cortafuegos. Eso sí, mereció la pena por avistar corzos y aves que en el camino –quizás- no hubiéramos encontrado.

Perdidos o no, llegamos al río por el mismo lugar. Desde allí subiremos una pequeña cuesta que nos descubrirá unas buenas vistas sobre los montes que refugian la Rioja Alta y Rioja Alavesa. Ya estamos llegando a Pazuengos.

PAZUENGOS

Parada para almorzar. Un bonito lugar. Los bosques y los pastos rodean este pueblo; se nota la altura y la influencia del San Lorenzo. Al igual que en otros pueblos, castellanos y navarros libraron allí sus batallas. Eso fue después de que en el S. X se construyera un castillo una vez reconquistada esa tierra a los musulmanes. A su leyenda contribuyó el mismísimo Cid Campeador, que peleó en la batalla de Pazuengos del lado Navarro. Del castillo, no queda nada.

Se percibe que se trató de una ubicación importante. Incluso contó con un monasterio que perteneció al Monasterio de San Millán.

Sólo el sonido rural, lejano a la civilización, nos acompaña a la sombra de la iglesia. Desde allí continua nuestra ruta.

SIERRA DE LA DEMANDA

Comenzamos una de las partes más bonitas de nuestra ruta. Entre bosques, hayas y rebollos, vamos ascendiendo hasta llegar a lo que se conoce como Cabeza Parda, un enclave situado a más de 2.000 m de altura. El camino es estrecho en su mayor parte.

Llegamos al Collado del Rebollar, un espectacular enclave desde el que podemos disfrutar de la Sierra de la Demanda. La luz entre los árboles pinta de distintos colores el camino, haciéndolo más atractivo. Cambiamos otra vez de cara y comenzamos como quien dice, el descenso hacia Lugar del Río.

DESCENSO

Poco a poco dejamos atrás los bosques para darnos de frente con las vistas de San Millán y su imponente Monasterio. Parece que estamos cerca, pero todavía nos queda un tramo largo. Mucho zig-zag y tramos empinados.

El camino no es bueno, pero está bien señalado. Sufren más los pies en este tipo de bajadas que subiendo y eso, lo notamos. Hay que tener cuidado con las piedras para no tropezar y hacerse un esguince de tobillo u otro daño.

Antes de llegar a San Millán nos queda una última posta: Lugar del Río, un buen lugar para tomar un trago de agua.

LLEGADA

Desde lugar del Río para llegar a San Millán tenemos dos opciones: tomar el camino que sale a mano derecha (que es seguir el GR-93) o dejarse llevar por la carretera. Como nosotros nos hemos “regalado” una hora y media más de lo estipulado decidimos dejarnos llevar.

Sea como sea, las paredes del Monasterio de Yuso será lo primero que veamos al llegar a San Millán de la Cogolla.

Han pasado unas cuantas horas desde que salimos así que damos gracias al Santo por habernos cuidado y nos metemos en uno de los buenos mesones que hay en San Millán para beber un merecido vino de Rioja.

Fin de la etapa. Recomendable.


SAN ASENSIO

Datos

Población: 1.284 (INE 2008)
Bodegas: 15
Hectáreas uva tinta: 1425
Hectáreas uva blanca: 368

Estos datos se corresponden en ocasiones con cifras de años anteriores. Las bodegas referidas son aquellas que se encuentran dentro del consejo regulador, si bien en la mayoría de las poblaciones pueden encontrase numerosas bodegas donde se elabora vino de gran calidad.

Reseñas históricas

La primera mención documental de la villa data de 1.052, año en que Don García el de Nájera dona al monasterio de Santa María la Real "Sanctum Salvarorem de Ascensio cum omnibus suis pertinentiis". El nombre deriva de “Ascensión” ya que el monasterio estaba dedicado a la Ascensión del Señor.

Este monasterio no es el que se conoce actualmente si no que sería la construcción anterior al que se asentaría después y sobre el que se basa el actual, de estilo neogótico.

Sin embargo, la historia de San Asensio no se puede entender sin mencionar a Davalillo, una villa probablemente fundada por Aznar de Azanares, de Abalos, que utilizaría el diminutivo de Ávalos ó Dávalos para nombrar el poblado.

Algunos autores dicen que la villa se puebla y coge importancia gracias a una orden de traslación de la población de Davalillo a San Asensio, decretada por Sancho el Bravo en el S. XI. Sin embargo, ya explicamos en el artículo anterior las razones de la desaparición de Davalillo y por ende, la del aumento en importancia y población de San Asensio.

San Asensio pertenecía a la Junta de Valpierre, con muchos privilegios. La Junta de Valpierre, según el diccionario Madoz, del S. XIX es el territorio más llano de La Rioja, situado entre las viñas de S. Asensio, Briones, Cerratón, Bañares, Hervías, Alesanco, Azofra y Hormilla.

Las sentencias emitidas por la Junta no podían ser rebatidas en ningún tribunal. Y es curiosa, la forma en que se juzgaban algunos daños, como los causados por ganados y pastores, culpando -en reuniones bianuales, de plano, y siempre y cuando no apareciera el causante del daño- al vecino más inmediato de la finca afectada.

La tradición vitivinícola del pueblo queda marcada en su barrio de bodegas; bodegas de los siglos XVI, XVII y XVIII que conforman uno de los barrios de bodegas más emblemáticos de La Rioja. 300 bodegas que se encuentran en el Cerrillo Verballe, conformando un entramado de calados, cuevas y pasadizos que se entrecruzan.

Gracias a la calidad de sus caldos San Asensio es conocido como la “Cuna del clarete”.

Un apodo que reciben sus habitantes es el de “peroleros” ya que antiguamente tenían la costumbre de llevar en un perol los cultivos de la zona que comían.

Personajes Ilustres

Nacido en San Asensio es “El gaitero de Yagüe”, Baldomero Tobía, gran divulgador del folclore riojano y a quien sus vecinos de Yagüe, una vez fallecido, quieren dedicar una calle en el barrio.

Relacionado también con la música, nació en San Asensio, Carlos Blanco Ruiz, guitarrista, quien ha colaborado con numerosas instituciones y grupos musicales en la confección de varios trabajos tanto escritos como sonoros.

Tradiciones más destacadas

Un hecho tan importante como el traslado de la población desde Davalillo hasta San Asensio tiene su hueco para la celebración; concretamente el domingo posterior al Domingo de Resurrección, cuando se celebra la Romería de Davalillo.

En esta romería se lleva a la ermita del castillo la Virgen del Rosario y se vuelve al pueblo con la Virquen de Davalillo. El primer lunes de septiembre vuelve a tener lugar la romería en el que se vuelve a intercambiar el lugar donde descansan las imágenes de las vírgenes.

Es, el primer fin de semana de este mes cuando tiene lugar las Fiestas Patronales. En ellas no faltan las danzas, los encierros y el concurso de jotas. Las danzas, al igual que en otros pueblos riojanos, tienen una gran importancia y tradición.

Si en Haro se celebra la “Batalla del Vino”, en San Asensio se celebra la “Batalla del Clarete”. La guerra tiene lugar el día se Santiago –si es festivo en La Rioja- o el domingo anterior. Al igual que en la ciudad jarrera, el vino es el proyectil y cualquier herramienta, el arma con la que se dispara.
La batalla viene precedida de una “Semana Cultural”; una semana llena de actividades: para mayores, para niños, exposiciones, conferencias y el famoso “día del pincho”.

Leyendas

La imagen de Ntra. Señora de Davalillo sería una imagen rescatada por un renegado al llegar los moros al lugar de Abalillo (Davalillo) siendo rescatada, reinando Don Pelayo, por Carlos Suydo. Algunos atribuyen a este hecho la razón de que existiera allí un asentamiento; argumento que carece de razón.

El monasterio de la Estrella se asienta sobre el lugar donde se situaba la encina sobre la que se encontró la imagen de una Virgen. A esta virgen se la llamó Ntra. Sñra. de Aritzeta (Encina) y posteriormente de la “Estrella” por tener la encina en la que apareció la Virgen, una estrella grabada en sus ramas.

En el lugar de la encina se encontraba una fuente conocida como «Fuente Santa» en la que los fieles debían beber, pues poseía cualidades milagrosas.

Establecimiento Recomendado

El Monasterio de la Estrella es una verdadera “caja de sorpresas”. A su gran importancia histórica y su belleza arquitectónica hay que sumar un gran número de servicios: colegio, catering, hospedería, museo… y vino.

Rodeados de viñedos, jardines y frutales, y de la mano del hermano Fernando recorrimos las instalaciones. Conocimos los secretos que albergaron sus paredes y su importancia cultural. Obras arquitectónica, literarias y obras pastorales, que los frailes conservan, recuerdan y realizan alrededor del mundo.

El monasterio ha sido completamente renovado puesto que con la desamortización de Mendizábal fue –como otros muchos- abandonado y prácticamente destruido. Aún así entre sus muros podemos encontrar “joyas” como la puerta de los Caballeros, el patio gótico, la “Fuente del Rey” (fuente de la que bebía Felipe II durante sus estancias en el monasterio), el salón de los peregrinos y el sarcófago del Arcediano.

Es una pena que no podamos observar las obras que para el monasterio realizó Juan Fernández de Navarrete “El Mudo” por ser ya inexistentes. Tampoco podemos disfrutar –en este caso por encontrarse en otros lugares- de su sillería gótica, órgano y otras obras.

Mi consejo

Mi consejo, después de lo descrito acerca del Monasterio de la Estrella no puede ser otro que perderse, el tiempo que se pueda, entre sus muros. Desconectados del ruido, respirando la naturaleza, recogidos con nosotros mismos.

La visita al barrio de las bodegas es también obligada. Centenares de bodegas, pequeñas, familiares y encantadoras en un cerro con unas vistas privilegiadas.

Más información:
info@paseosdivinos.com ; www.paseosdivinos.com

BRIONES

Datos

Población: 944 (INE 2008)
Bodegas: 6
Hectáreas uva tinta: 1205
Hectáreas uva blanca: 94

Estos datos se corresponden en ocasiones con cifras de años anteriores. Las bodegas referidas son aquellas que se encuentran dentro del consejo regulador, si bien en la mayoría de las poblaciones pueden encontrase numerosas bodegas donde se elabora vino de gran calidad.

Reseñas históricas

El nombre de Briones proviene de los Berones (conocidos como britones) aunque se conoce que hubo asentamientos anteriores. Estuvo bajo dominio sarraceno (árabe); posterior a esta etapa llegó la “vasconización” y con ella más de 30 apellidos vascos. Ollauri, Rodezno y Gimileo fueron sus aldeas hasta el S. XVIII.

Al igual que otros pueblos de La Rioja Alta y Rioja Alavesa, Briones conserva parte de su castillo medieval, del S. XIII (posiblemente construido sobre otro anterior), escenario de innumerables batallas entre castellanos y navarros. La villa, como otras tantas, pasó de unas manos a otras hasta la “paz” conseguida gracias a los Reyes Católicos.

El castillo tenía un gran inventario de armas e incluso llegaba a prestar armas a la fortaleza de San Vicente. Lamentablemente el castillo fue sufriendo distintos destrozos razón por la cual llegó a utilizarse la torre entre otras cosas, como cementerio.

Su última función fronteriza la desempeñó durante las guerras carlistas.

Quedan muy pocos restos de las murallas que rodeaban la villa. Entre ellos destacan la Puerta de la villa y la Puerta de la Media Luna (o de la Concepción).

Entre estas murallas se alberga la que para muchos es la casa más antigua de La Rioja además de un extenso patrimonio: iglesias, casas palaciegas, bodegas,… Uno de los edificios civiles más singulares de La Rioja es el Palacio de los Marqueses de San Nicolás, sede del Ayuntamiento.

La parroquia es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción una verdadera obra de arte renacentista fácilmente reconocible por su torre de estilo “barroco riojano” (como la existente en otros pueblos de la región). La iglesia es espectacular resultando curioso el gran tamaño de la Sacristía y el gran valor del órgano.

El órgano, del S. XVII fue recientemente reconstruido. Tuvo tanta importancia que todavía en el S. XIX existía la denominada Capilla de música compuesta por: maestro de capilla, organista, tenor, bajonista, sochantre y algunos tiples. Francisco de Bigaray y Lorenzo María de Polidura fueron dos de los músicos más ilustres que lo tocaron.

La “Botica de Rabal” es un recuerdo a uno de las personas más queridas en el pueblo en los últimos años: Ismael Rabal, el farmacéutico, cuya botica se conserva con el aspecto de antaño. El refrán “Me ha venido como pedrada en ojo del boticario” viene del “ojo” que existía en la botica a través del cual se dispensaban las medicinas más caras o especiales.

Personajes Ilustres

Unos de los personajes más ilustres de Briones fueron Martín y Pedro, los hermanos “Ircio”: los hermanos Ircio fueron colaboradores de Hernán Cortés y jugaron un papel importante en la conquista de Centroamérica. Pedro fue primer gobernador de México y según algunos documentos, creador de la prisión de Monctezuma.

Martín colaboró activamente en las labores de conquista. Sus hijas se casaron –una- con el Gobernador de México y Perú, y –otra- con el mariscal de Borobia.

Ambos mandaron construir la capilla de la Concepción en la parroquia, donde está su sepulcro. En la inscripción del mismo pone: “Esta capilla es de los Señores Martín de Hircio conquistador de la Nueva España…”

Otra persona –mejor dicho, dinastía- que nacida en Briones marcó la historia del pueblo fue la del Marqués de San Nicolás. El título nace en 1761 cuando es otorgado por Carlos III a Nicolás de Francia y Pascual, nacido en Briones. El primer marqués de San Nicolás llegó a ser Ministro del Consejo de Hacienda y Tesorero General de la Guerra; El heredero del título, su sobrino Esteban, fue corregidor de las villas de Briones y Gimileo; El heredero de éste, su hijo Joaquín, fue alcalde de Briones y procurador mayor y juez de camplo de Logroño. El cuarto marqués, ya nacido en Logroño, Diego de Francia y Allende Salazar, fue alcalde en tres ocasiones de Logroño; y el quinto marqués, Ricardo, presidente de la Diputación provincial de Logroño.

Tal era la importancia de esta familia que existe el “Fondo Riojano Marqués de San Nicolás”, donde se guarda “la gestión económica del patrimonio familiar en tierras riojanas”.

Para terminar esta sección nos referiremos a otras dos personas muy relacionadas con la religión: Fray Pedro de Perea, agustino, nacido en Briones, quien llegó a ser Obispo de Arequipa en Perú; y Juan de Castrejana y de las Cuevas, quien obró como Cortador del Santo Tribunal de la Inquisición de Toitiao.

Tradiciones más destacadas

Una de las tradiciones más destacadas son las jornadas medievales que tienen lugar en el mes de junio. Durante dos días el pueblo se “disfraza” y nos traslada al S. XIV.

A través de 53 “portales temáticos” conoceremos el “modus vivendi” de la gente en esa época: canteros, herreros, templarios, bufones, músicos, caballeros, … Además podremos disfrutar de representaciones de luchas de espada, juicios de la Santa Inquisición o de pasajes históricos de la villa.

El primer domingo después del 14 de Septiembre se celebra la fiesta del patrón, el Cristo de los Remedios, cuya leyenda describimos en el artículo de San Vicente. La imagen del Cristo de traslada en primavera desde la Ermita del Cristo a la parroquia; en este día se realiza el camino inverso. En esta fecha los danzadores son los protagonistas en un pueblo “engalonado”.

Leyendas

Se cuenta en Briones que en los restos del castillo habitan fantasmas; se trataría de los espíritus de la familia López de Haro, que velarían por los restos que aún quedan en pie, para que no sufrieran más daños.

Establecimiento recomendado

Dentro de la extensa oferta enogastronómica de Briones encontramos un establecimiento cuya oferta conjuga perfectamente la historia, la tradición, la gastronomía, el vino y la cultura del pueblo. Este establecimiento es “Los Calaos de Briones”: hostal y restaurante, en el casco histórico del pueblo.

Mi consejo

Todos los años si la agenda me lo permite me traslado al S. XIV en sus jornadas medievales. No conozco unas jornadas similares en muchos kilómetros a la redonda; alrededor de 600 personas viviendo en el S. XIV. Un Figón, una Bodega y un buen Mesón completan la oferta enogastronómica en las jornadas.

La representación de la “Paz de Briones”, a la noche, es el gran colofón para una jornada histórica.

Más información:
info@paseosdivinos.com ; www.paseosdivinos.com

BRIONES – CASTILLO DE DAVALILLO – SAN ASENSIO

Briones

Andar por Briones es andar por el recuerdo. El recuerdo que despierta en nosotros la imaginación; de un pasado con carácter, un pasado noble. Un pasado marcado por el Ebro y la frontera que este dibuja.

Como en otros tantos pueblos de la región en Briones descansan muchos restos de un pasado fortificado, la torre del castillo y las huellas de muchos apellidos ilustres en las portadas.

Nuestro primer destino, el Castillo de Davalillo se ve fácilmente desde Briones. Vecino y casi siempre amigo en la historia, nos llama la atención por su soledad en la cima.

Dinastía Vivanco.


Muy cerquita de las piscinas cogemos un sendero marcado que nos va a llevar por uno de los laterales de las bodegas y el museo Dinastía Vivanco.

Este museo es una verdadera joya. Para los amantes del vino y los amantes del arte. Recorrer sus instalaciones es recorrer la historia del vino. Como en un caudal de río recorreremos la historia del vino y su proceso de elaboración; desde el principio hasta el final.

Soportes gráficos y multimedia se suman a multitud de ecos del pasado en forma de antiguas herramientas de trabajo. Herramientas que nuestros antepasados usaban para trabajar el viñedo y elaborar sus mejores caldos.

Bajo tierra y siguiendo la secuencia aprenderemos los procesos de elaboración del corcho, las botellas y las barricas antes de acceder a una gran sala donde admirar antiguas prensas, medios de envasado y transporte. No podían faltar los juegos de aromas y otros paneles que terminarán de emparentarnos con la cultura del vino.

El olor a vino en la sala de las barricas embriagará nuestros sentidos. Una luz tenue y una temperatura adecuada para admirar un bello paisaje de barricas y cemento.

Por si faltara poco pasearemos por un museo de arte dedicado exclusivamente al vino (destacan los Picaso, Sorolla y otras obras de gran envergadura) y visualizaremos una gran cantidad de sacacorchos en lo que es la segunda mayor colección del mundo –de este accesorio del vino- expuesta al público.

¿Y qué tal está el vino? Para poder juzgarlo a la salida de nuestra visita tendremos la opción de degustarlo; y si nos quedamos con sed podremos coger provisiones en su magnífica tienda.

Davalillo


El camino hacia el castillo es ameno. Discurre casi en su totalidad entre viñedos y a la vera del río Ebro. Correctamente señalizado, deberemos guardar las fuerzas para la subida final a esta antigua fortaleza. El mejor lugar para ello es la ermita situada a sus faldas, la ermita de Ntra. Sñra. de Davalillo.

La ermita debía ser la parroquia de una pequeña población allí asentada (Davalillo) y cuya existencia se conoce desde el S.X. La ermita es del S XIV con añadidos barrocos del S. XVIII.

Junto a la ermita podemos observar una necrópolis medieval.

El castillo


Llegamos a las puertas del castillo tras subir la atalaya. Se trata de un lugar casi inexpugnable que nos ofrece unas preciosas panorámicas sobre la Sonsierra. Merece la pena recorrer todo la construcción para disfrutarlas.

Es fácil imaginar a los caballeros luchando. Los cerros sobre los que se encuentran San Vicente y Briones (además del que nos encontramos) forman un triángulo mágico, escenario de películas reales. A veces pienso que no somos conscientes de la verdadera importancia de estas ubicaciones para la historia de nuestro país.

Tiene planta poligonal de siete lados y numerosas torrecillas en su contorno. Lo que más nos sorprende del exterior es su entrada, de una gran altura y flanqueada por dos puestos de guardia.

Del S. XII ó XIII y de estilo románico servía como defensa ante los ataques navarros. Se cree que fue Alfonso VIII quien impulsó su construcción. Apenas quedan castillos de esta época por lo que valdría la pena realizar un esfuerzo institucional para su mejor conservación.

Se trataba de un castillo de propiedad real cuya tenencia estuvo ligada principalmente a los Manrique, duques de Nájera.

En el interior se observan numerosas rozas que presuponen la existencia de distintos compartimentos e incluso una segunda planta. En pie queda la Torre del Homenaje, adosada a la muralla. La torre constaba de 4 pisos, el primero de ellos utilizado como capilla; capilla románica. Al resto de las plantas se accede desde la segunda planta.

Davalillo era más importante que San Asensio. No en vano era considerada una de los principales pueblos de la región. Sin embargo, al hacerse los Velasco con la propiedad de San Asensio y Davalillo en el S. SV (que no del castillo) surgieron diversas disputas entre los Velasco y los Manrique. Fruto de las mismas la población de Davalillo acabó trasladándose paulatinamente a San Asensio consumando la desaparición de Davalillo.

Hoy en día el enclave pertenece a San Asensio, quien celebra dos romerías anuales a este lugar para celebrar el traslado de la gente desde Davalillo hasta San Asensio.

Por el río Ebro


Una vez disfrutado el castillo bajamos a la ermita. Al llegar al camino giramos hacia la izquierda. Al poco tiempo nos encontraremos con la Casa de Don Javier, que es una edificación en ruina.

Más adelante –siguiendo el camino principal- llegaremos al río Ebro, donde podremos parar a contemplar el paisaje y las aves. Siempre que el camino sigue paralelo al río Ebro nos muestra buenas panorámicas.

Poco a poco nos iremos alejando del río hasta salir a la N-232 muy cerca de San Asensio, final de nuestra ruta.

San Asensio

En San Asensio acudiremos a uno de los bares de la localidad a degustar uno de sus claretes. No en vano, es considerada la “Cuna del Clarete”. Un buen final de fiesta para una ruta medieval.

Más información:

Haro, cultura y vino

En este post incluimos otro de los vídeos presentados al concurso de cortos "La Tierra con Nombre de Vino" en el que se muestran distintas imágenes de Haro.
Si queréis realizar una escapada de estas, no dudéis en contactar con nosotros: